09 febrero 2008

Siguiendo al conejo blanco

“Pero cuando el conejo se sacó un reloj de bolsillo del chaleco, lo miró y echó a correr, Alicia se levantó de un salto, porque comprendió de golpe que ella nunca había visto un conejo con chaleco, ni con reloj que sacarse de él, y, ardiendo de curiosidad, se puso a correr tras el conejo por la pradera, y llegó justo a tiempo para ver cómo se precipitaba en una madriguera que se abría al pie del seto. Un momento más tarde, Alicia se metía también en la madriguera, sin pararse a considerar cómo se las arreglaría después para salir. Al principio, la madriguera del conejo se extendía en línea recta como un túnel, y después torció bruscamente hacia abajo, tan bruscamente que Alicia no tuvo siquiera tiempo de pensar en detenerse y se encontró cayendo por lo que parecía un pozo muy profundo”.

De Lewis Carroll en Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas, una persecución fundacional que, de alguna manera, las contiene a todas.

3 comentarios:

Mr. Pergio dijo...

Buenas!
Te comento que te he seleccionado para una especie de juego llamado "meme". Estaría bueno que participes.
Pasate por mi blog para más detalles.

Saludos!!

Sebas dijo...

14 limazonês para su autor!

Sebas dijo...

14 limazonês para su autor!