15 abril 2011

Un Aleph

Soy el chico que se apoya en la reja y la ve llorar. Soy su ilusión, un pensamiento oscuro y la comunicación inasequible, soy el goce de la amenaza y el hombre que siempre pierde. Por qué no, el peligro y la derrota. Soy la chica que llora y espera. Soy sus dudas, una palabra en francés y la tristeza insoportable, soy el cálculo hedonista y la mujer que se crea a sí misma. Por qué no, el placer y la falta. Soy, también, la reja fría y sucia, la marca en la frente, el tren que pasa, la estación mundo, la mano que aparta el pelo y el mundo estación. Soy las cosas, los agujeros que las separan y la libertad. Soy, además, la lágrima que no llega al suelo, la sangre que llega al río, el abrazo que desrealiza espacio, el tiempo que nace recreado tras un beso, soy un fotograma perfecto, soy Dios y la bendición del instante, soy el laboratorio y todas las partículas de energía que tienen olor. Soy el amor que se construye en el margen de una plaza. Soy, amén, la nena que lo mira todo, sus alas y su corona, soy lo que entiende, su indiscreción y la de estas palabras, el devenir que sabe y su sonrisa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Soy puro...imaginario