Pero el peor enemigo con quien puedes toparte eres siempre tú mismo: a ti mismo te acechas tú, en las cavernas y en los bosques. ¡Oh, solitario, tú recorres el camino que conduce hacia ti mismo! Y ese camino pasa junto a ti mismo y a tus siete demonios. Para ti mismo llegarás a ser un hereje, y una bruja, y un hechicero, y un loco, y un incrédulo, y un impío, y un malvado. Tienes que querer consumirte en tus propias llamas. Sin antes haberte reducido a cenizas, ¿cómo renovarías tu ser? ¡Solitario, tú sigues el camino del amante! Te amas a ti mismo, y por ello te desprecias, como sólo los amantes saben despreciar. El enamorado quiere crear, porque desprecia. ¡Qué sabe del amor quien no tuvo que despreciar precisamente lo que amaba! ¡Vuélvete a tu soledad, hermano mío, y llévate tus lágrimas! Yo amo a quien quiere crear algo superior a él, y por ello perece.
De Friedrich Nietzsche en Así habló Zarathustra.
Una construcción infinita cuyo placer no está en el remate sino en la reiteración exploradora
11 septiembre 2008
Del camino del creador
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5 comentarios:
estaba enojado el fede nietzsche! un tecito de tilo para el aleman por favor!
El enamorado quiere crear porque creo, digo, tal vez, me parece que desprecia y anula en su intento de creación que algo, algo falta en lo real. Pero ahi cuando se hunde en el bosque y va a parar al fondo del agujero de ese tornado, ahi ha de rearmarse para salir airoso con la mascara de su fantasma al acecho. Valiente. Asi...algo asi como amaba el fantasma de la opera. Gracias Jack. Eternamente.
El que cita renuncia! Por éso:
Qué necesitas vos, eh?
Y si hirió en algo la cita, fue en el encuentro con lo imposible.
Por lo demás no te preocupes!Ya pasó. Lo terrible consiste supongo, en no tener nada que perdonarse.
:)
Gracias Santi!!!
Te quiero ojitos de celofán...
:)
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