10 abril 2007

Ese charquito de sangre que por fin ha cesado de ser yo

“Me desperté con una mancha de sangre reseca pegoteada sobre uno de mis párpados. Un arañazo, profundo, cruza transversalmente las arrugas de mi frente. Sin embargo, últimamente, he estado durmiendo solo. Y me pregunto por qué un hombre, incluso en un mal sueño, alzaría la propia mano para lastimarse la cara.”

En El rasguño de Raymond Carver.

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