23 agosto 2006

Las malas costumbres

Los periodistas tienen (no sé si alguna vez me atreveré a decir “tenemos”) la costumbre un tanto molesta de usar algunas palabras “nuevas” con muchas frecuencia, como si fueran chicos con un juguete nuevo. Aduciendo que se trata de términos precisos o técnicos, han utilizado hasta el cansancio palabras como, por ejemplo, “tsunami” para referirse al maremoto (porque se trató de un viejo y conocido maremoto) en el Índico en 2004. Más recientemente, un nuevo “descubrimiento”: “Katyushas”, para referirse a los misiles lanzados en la guerra entre Líbano e Israel. Que seis Katyushas cayeron aquí, cinco allá. Pareciera, a veces, que lo único que les (¿nos?) interesa es poder meter el bocadillo en la nota, esas palabras, más allá de lo que sea realmente importante para decir.

De igual manera, resulta molesto el uso de tantas frases hechas en periodismo (¿no seré muy irritable?). La cuestión es la misma: a veces se estructura toda una nota en base a una frase de este tipo, que sí o sí el periodista parece querer incluir, sin caer en la cuenta que su uso, en algunas ocasiones, hasta contradice el espíritu general de lo que se quiere decir. Es el caso de la utilización de la frase “es tierra de nadie” usada en la cobertura del diario Clarín respecto a los incidentes de hinchas de River que pincharon los neumáticos de los autos de los futbolistas en el estacionamiento del club, tras la derrota del equipo con Racing. “Lo que hubo fue una clara demostración de que River es tierra de nadie”, es la frase final que cierra la nota, la que pretende darle fuerza, la que el periodista pensó a priori para hablar de la situación en el club. Pero no queda claro que eso sea lo que realmente quiso transmitir porque ya el título de la nota es “Los violentos son los dueños del monumental” y en su interior el cronista hace esfuerzos por describir como los hinchas tienen impunidad para manejarse en las instalaciones del club. Entonces, ¿en qué quedamos? Todo lo que escribe parece indicar que River no es tierra de nadie sino tierra de estos hinchas, que hacen lo que les plazca sin ningún tipo de control. Pero la inclusión de la frase final destruye todo el concepto que se venía construyendo. Para agregar más confusión y contradicción al asunto, en la columna de opinión de Julio Marini titulada “¿River es tierra de quién?” (¡en la misma edición!), el periodista escribe: “Si alguien dice que River es tierra de nadie hará que su frase muera en la propia enunciación. River no es tierra de nadie. En River hay control. El tema es definir de quienes…”.

Por otro lado, la publicación de las dos notas evidencia, o bien que los periodistas de Clarín tienen mucho diálogo entre ellos (es cierto que la columna de Marini parece una respuesta irónica a la otra nota), o bien ninguno.

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