15 mayo 2008

Si sigues cumpliendo años, acabarás muriéndote

-¡Buenos días!- dijo el principito.
-¡Buenos días!- respondió el guardavía.
-¿Qué haces aquí?- le preguntó el principito.
-Formo con los viajeros paquetes de mil y despacho los trenes que los llevan, ya a la derecha, ya a la izquierda.
Y un tren rápido iluminado, rugiendo como el trueno, hizo temblar la caseta del guardavía.
-Tienen mucha prisa- dijo el principito-. ¿Qué buscan?
-Ni siquiera el conductor de la locomotora lo sabe- dijo el guardavía.
Un segundo rápido iluminado rugió en sentido inverso.
-¿Ya vuelve?- preguntó el principito.
-No son los mismos- contestó el guardavía-. Es un cambio.
-¿No se sentían contentos donde estaban?
-Nunca se siente uno contento donde está- respondió el guardavía.
Y rugió el trueno de un tercer rápido iluminado.
-¿Van persiguiendo a los primeros viajeros?- preguntó el principito.
-No persiguen absolutamente nada- le dijo el guardavía-; duermen o bostezan allí dentro. Únicamente los niños aplastan su nariz contra los vidrios.
-Únicamente los niños saben lo que buscan- dijo el principito. Pierden el tiempo con una muñeca de trapo que viene a ser lo más importante para ellos y si se la quitan, lloran...
-¡Qué suerte tienen!- dijo el guardavía.

En El Principito de Antoine De Saint-Exupéry (me parece oportuno recordarlo ahora que voy cumplir 27 y casi todo está perdido).

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Un niño curioso, que sabe lo que quiere...

"Narración: "Viajo en la máquina del tiempo"
Un día iba caminando en el año 1990 y encontré una máquina del tiempo. Yo por curioso, me metí en ella y apreté un botón. Me di cuenta que estaba en el año 1776.
Era la época del virreinato. Ahí todo era muy tranquilo pero a veces se alteraba un poco por las guerras que había entre criollos y españoles contra los indígenas. En esa época toda la gente tomaba mate.
Pero llegó un día que me cansé de estar en esa época y empecé a buscar la máquina del tiempo para volver al presente pero no la encontré y me dije para adentro: ¡Me voy a tener que quedar aquí!
Días después fui a comprar algo y un señor que vendía cosas extrañas tenía la máquina del tiempo y entonces le dije:
- ¿Me podría vender esa máquina señor?
- ¡Cómo no!
Después de hablar bastante con ese hombre me la vendió. Entré a su interior y apreté el botón y así fue cómo me trasladé de nuevo al año 1990."

(En Cuaderno de Clases de Santiago Vicente, 15 de Mayo de 1990.)

Siempre el tiempo tan presente en tu historia… déjalo correr...
Los niños saben siempre lo que quieren, y a veces los grandes también.

Anónimo dijo...

no te preocupes que a los 27 no todo esta perdido, a los 28 si!

al principito lo lei mas de 10 veces, siempre entiendo algo distinto...

guadis! dijo...

Hace años que no leo El Principito. Un párrafo para pensar...

MartinRRRR dijo...

Buenísimo, que vída loca la de Saint-Exupéry, y que legado.
Saludos!

despojada dijo...

el principito siempre es delicioso! llegué a tu blog mediante un mail.
27 años no son nada
cariños

lexi dijo...

qué copado este fragmento! cuando puedo regalo el principito!

saludos!

Anónimo dijo...

´Hoy es el tiempo que puede ser mañana´