29 enero 2008

El despotismo de lo “bello” y de lo “sano” (de los “bellos” y de los “sanos”)

Clarín publicó un artículo según el cual “los profesionales de la salud” y algunos “especialistas” (siempre tengo esta desagradable sensación cuando un periodista cita fuentes de esta clase, tan impersonales) encuentran que los estadounidenses están “demasiado gordos”, que hay “demasiados gordos” en ese país que “comen demasiado” y hacen “muy poco ejercicio”. El peligro radica, aparentemente, en que estos gordos han podido acceder a la red, han conformado un “gordósfera” (muy distinta de la blogósfera) y desde ahí “celebran sus figuras rellenas e instan a los lectores a aceptar sus cuerpos, a dejar de hacer dieta y a disfrutar la vida”. Resulta amenazante, parece ser, que estos “ingeniosos e irreverentes” gordos reivindiquen la gordura “exaltando la belleza de lo grande”. Ahora bien, ¿qué hay en la estructuración de un campo simbólico que lleve a percibir como un exceso perturbador el hecho de que haya gente que coma cuanto quiera? En esta época en la que el cuidado del cuerpo se impone como tema predilecto del discurso social, lugar privilegiado del bienestar, la salud y del buen parecido; en esta época en la que todo el ser recae en el cuerpo, en la que existe la necesidad imperiosa de cuidarlo y esculpirlo –léase dieta, gimnasio, quirófano, etc.- como si se tratase de una máquina de la que hay que obtener un rendimiento óptimo, es bueno tener bien presente aquel razonamiento de Lacan de que nada falta en lo real: toda percepción de una falta (“demasiado poco de esto”) o un exceso (“demasiado de aquello”) siempre supone un universo simbólico que nunca es verdadero en sí mismo.

1 comentario:

Mr. Pergio dijo...

Genial este post.
Me gusta que tengas esa mirada, porque poca gente la tiene.
Lo más difícil es revertir esa categoría de enfermedad con la que cargan los gordos, que impulsada desde el discurso científico impregnó muy fuerte en la sociedad (de manera un poco distorsionada, pero ya se volvió parte del discurso cotidiano). Si hasta hacen programas como "Cuestión de peso"... en los mismo gordos se instala ese discurso de la "salud" ligada a los patrones culturales actuales de la estética corporal.

Me gustó mucho tu blog, te voy a linkear y pasaré seguido...