En una entrevista a Ronnie Arias en Clarín, la periodista Magela Demarco le pregunta: “¿Cuándo terminaste de darte cuenta que eras gay?”. “Creo que lo supe siempre” -dice Ronnie- “sabía que era diferente, que no era igual a los otros chicos. Me había criado con mis hermanas, mi mamá, mi abuela Alicia y mi tía Lucy. Eran demasiadas mujeres”. “¿Para vos eso influyó?”, “creo que sí, además me gustaba mucho el espectáculo, no jugaba a la pelota, me gustaba marearme en la calesita y me imaginaba secciones de fotos y ese tipo de cosas. Siempre fui muy maricón”. El machismo monumental de Ronnie me hizo pensar en un amigo mío que es hijo menor, el padre se murió y vive con la madre, la hermana y una gata. Y no le gusta el fútbol para nada. Debe estar jodido. En cualquier momento deja a su novia para venirme con una sorpresa.
1 comentario:
Siempre hay que desconfiar de alguien que no jugó a la pelota cuando era chico. No por su sexualidad, sino porque hay una vivencia que falta.
Sólo después de conocer bien a algunas personas que no jugaron al fútbol de chicos, se puede pasar por alto este prejuicio,
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