23 marzo 2009

¿Qué NO haría Jesucristo?

“Asfixiándote, te conviertes en una leyenda en sus vidas que esa gente va a atesorar y repetir hasta que se mueran. Creerán que te han dado vida. Puedes ser su único buen acto, el recuerdo que justifique toda su existencia en su lecho de muerte. La gente te comerá de la mano si les haces sentirse como dioses. Es el martirio de san Yo. Dentro de un minuto alguien estará abrazándome desde atrás. Algún extraño me apretará fuerte con los brazos, me golpeará con los puños debajo de la caja torácica y me susurrará en el oído: ‘no pasa nada’. Al cabo de un segundo los dos estaréis desplomados en el suelo. Tú estarás sollozando y esa persona te dirá que todo va bien. Que te ha salvado. Que has estado a punto de morir. Se llevará tu cabeza al pecho y te arrullará mientras dice: ‘échense todos para atrás. Hagan un poco de espacio. El espectáculo ha terminado’. Ya te habrás convertido en su hijo. Le pertenecerás. En los años por venir, esa persona te llamará y te escribirá. Recibirás cartas y a lo mejor cheques. Sea quien sea, esa persona te querrá. Sea quien sea, estará orgullosa. Por mucho que tus propios padres no lo estén. Esa persona estará orgullosa de ti porque tú le haces estar orgullosa de sí misma. Haz cualquier cosa para reforzar ese nuevo vínculo. Esa adopción. Acuérdate de añadir detalles. Mánchale la ropa de mocos para que pueda reírse y perdonarte. Intenta agarrarte de él. Llora de verdad para que te pueda secar los ojos. Está bien llorar siempre que lo finjas. No te guardes nada. Esta va a ser la mejor historia de la vida de alguien. El resto de la gente, todos los que están en el restaurante, a veces se ponen de pie y aplauden. En cuestión de minutos, se estarán contando la historia entre ellos. Todo el mundo invitará a copas al héroe. Se trata más de su nacimiento que del tuyo. Es por eso que hago todo esto. Por eso paso tantos apuros. Para que pueda lucirse un desconocido valiente. Para salvar a una persona más del aburrimiento. No es solamente por el dinero. No es solamente por la admiración. Todo es muy fácil. No es cuestión de dar buena imagen, al menos no en la superficie, pero aún así tú ganas. Limítate a dejarte quebrar y humillar. Continúa diciéndole a la gente durante toda tu vida: lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento…”

En Asfixia de Chuck Palahniuk.

3 comentarios:

MQDLV dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Yo solo quiero que sepas que así no te banco Ricardito. Cancelá.

Te soplo el flequillo pantufla...
Muá!

Y.C dijo...

(En su nick)

¨porque eu sou do tamanho que sinto, que vejo que faço; nao do tamanho que outros me enxergam...¨