“Como el sediento que en el sueño quiere beber y agota formas de agua que no lo sacian y perece abrasado por la sed en el medio de un río; así Venus engañó a los amantes con simulacros, y la vista de un cuerpo no les dio hartura, y nada pudieron desprender o guardar; aunque las manos indecisas y mutuas recorrieron todo el cuerpo. Al fin, cuando en los cuerpos hubo presagio de dichas y Venus estuvo a punto de sembrar los campos de la mujer, los amantes se apretaron con ansiedad, diente amoroso contra diente; del todo en vano, ya que no alcanzaron a perderse en el otro ni a ser un mismo ser”.
De Lucrecio en De la naturaleza de las cosas.
De Lucrecio en De la naturaleza de las cosas.
2 comentarios:
De todos los blogs que vi, este es sin duda uno de los mas profundos,, sigue asi, saludos!
Muy interesante, un gran abrazo, Juan Pablo Peralta
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