tag:blogger.com,1999:blog-230816342024-03-07T19:05:09.700-03:00PersecucionesUna construcción infinita cuyo placer no está en el remate sino en la reiteración exploradoraSantiagohttp://www.blogger.com/profile/10022074112351185996noreply@blogger.comBlogger170125tag:blogger.com,1999:blog-23081634.post-11562106600243197162015-01-25T22:05:00.000-03:002015-01-25T22:05:44.507-03:00Encaramos en forma demasiado seria la seriedad, valorizamos en exceso la madurez de los maduros<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¿Qué es, en realidad, lo que se
imagina aquel que, en nuestros tiempos, siente la vocación de la pluma, del
pincel o del clarinete? El, ante todo, quiere ser artista. Quiere crear el
arte. Anhela, entonces, con la belleza, la bondad y la verdad alimentarse a sí
mismo y a sus conciudadanos, se propone ser Vate, Bardo, Sacerdote y regalarse
en su ser a los demás, quemarse en el altar de los sublime, procurando a la
humanidad ese maná celestial tan deseado. Además quiere dedicar su Talento al
servicio de la idea, y quizás conducir a la humanidad o la Nación al mejor
futuro. ¡Qué fines más nobles! ¡Qué magníficos propósitos! ¿No eran tales,
acaso, los fines y propósitos de Shakespeare, Goethe, Beethoven o Chopin? Aquí
está la cosa, sin embargo, que vosotros no sois Chopines ni Shakespeares, sino
a lo mejor semi-Shakespeares y cuartos de Chopin (¡Oh, malditas partes!) y por
consiguiente esa actitud sólo destaca vuestra triste inferioridad e
insuficiencia, y parecería como si quisierais por fuerza saltar al pedestal,
rompiéndoos en torpes saltos vuestras partes del cuerpo muy preciosas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Creedme: existe una gran
diferencia entre el artista que ya se ha realizado y aquella muchedumbre
infinita de semi artistas y cuartos de bardos que se empeñan en realizarse. Y
lo que queda bien en el genio, en vosotros suena de modo distinto. Más
vosotros, en vez de procuraros concepciones y opiniones según vuestra propia
medida y concordantes con vuestra realidad, os adornáis con plumas ajenas, y he
aquí por qué os transformáis en eternos candidatos y aspirantes a la grandeza y
a la perfección, eternamente impotentes y siempre mediocres; os volvéis
sirvientes, alumnos y admiradores del Arte, que os mantiene en la antesala (…) </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
(…) De modo plástico así
expondría yo el problema: Imaginad que un adulto y maduro vate, inclinado sobre
sus papeles, está pugnando con la obra… Y mientras tanto sobre su nuca se le ha
posado un adolescente, o un semiaclarado semiculto, o una doncella, o alguna
persona de alma mediana, o cualquier ser más joven, inferior y más oscuro, y he
aquí que aquel ser, aquel adolescente, doncella, semiculto u otro cualquier
turbio hijo de la subcultura le agarra la mente con su fórceps, ataca su alma,
la estrecha y la aprieta, la rejuvenece, la inmadurece y la prepara a su modo,
rebajándola a su nivel, ¡Ah, en sus brazos! Pero el creador, en vez de afrontar
al inoportuno, finge no notar su presencia y -¡qué loco!- cree que eludirá la
violación, fingiendo no ser violado por nadie. ¿Acaso no es eso justamente lo que
ocurre con vosotros, comenzando por los grandes genios y terminando por los
pequeños y refinado bardos de segundo coro? ¿Acaso no es verdad que todo sea
más maduro, superior, mayor y más perfeccionado depende, en mil diferentes
maneras, de seres que se encuentran en estados de desarrollo más temprano, y
acaso esa dependencia no nos compenetra hasta la médula misma del espíritu
nuestro, de tal modo, que es dable decir: el mayor por el menor está sin cesar
creado? ¿Acaso escribiendo no debemos adaptarnos al lector? Hablando ¿no nos
hacemos dependientes espiritualmente de aquel para el cual hablamos? ¿No
estamos mortalmente enamorados de la juventud? ¿No debemos en cada momento
buscar los favores de seres inferiores, ajustarnos a ellos, doblegarnos,
someternos, ora a su prepotencia, ora a su hechizo, y esta violación dolorosa
que sobre nuestras personas comete la semioscura inferioridad no será la más
aguda y la más engendradora de las violaciones? Pero vosotros, hasta ahora,
sólo sabéis esconder vuestras cabezas en la arena ante la violación y, ocupados
en el cincelamiento de vuestras aburridas rimas, no tenéis ni tiempo ni gana
para interesaros en eso. Mientras en realidad sois sin cesar violados, adoptáis
un semblante como si nada ocurriese, ¡oh, porque vosotros sólo entre vosotros
os divertís y la madurez vuestra es tan madura que sólo sabe convivir con la
madurez!</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pero si os preocupaseis menos por
el arte y más por vuestras personas, no os callaríais nunca frente a tal
terrible violación de la persona; y el poeta en vez de que para otro poeta sus
poemas escribiese, se sentiría penetrado y creado desde abajo por fuerzas que
hasta ahora pasaba por alto. Comprendería que el único modo de librarse de
aquella presión formidable es reconocerla; y trataría de que en su mismo
estilo, su actitud, su tono, su forma tanto artística como cotidiana, se notase
en toda evidencia esa vinculación con lo bajo. Ya no se sentiría sólo Padre,
sino Padre y a la vez Hijo, y no escribiría sólo como sabio, como fino y
maduro, sino más bien Sabio siempre entontecido, como Fino sin cesar
brutalizado y como Adulto siempre rejuvenecido. Y así, alejándose de su
escritorio, se encontrase accidentalmente con un niño, un adolescente, una
doncella o un semiculto, ya no se aburriría con ellos y tampoco les daría
protectoras, didácticas y pedagógicas palmadas en el hombro, enseñándole con
toda superioridad sus enseñanzas, sino más bien en un santo temblor se pondría
a gemir y rugir y aun, quizás, caería de rodillas. En vez de huir ante la
inmadurez encerrándose herméticamente en las así llamados cenáculos, concebiría
que el estilo en verdad universal es sólo ese que, en convivencia con seres de
diferente condición social, edad, educación y desarrollo, lenta y
paulatinamente se crea. Y esto llevaría por fin a una forma tan jadeante de
creación y llena de enorme poesía que todos os convertiríais en grandioso
genios.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Mirad, entonces, qué esperanza os
trae la personal concepción mía, ¡y qué perspectivas! Pero si quisierais que
ella se convirtiese en una concepción cien por ciento creadora y definitiva,
tendríais que dar todavía un paso adelante, y este paso es tan atrevido, agudo
y terminante, tan ilimitado en sus posibilidades y demoledor en sus
consecuencias, que sólo de lejos y en voz muy baja lo mencionarán mis labios.
He aquí –ya llegó el tiempo, ya se puede empezar, ya sonó la hora en el reloj
de los siglos-: <i>tratad de oponeros a la
forma, liberaos de la forma</i>. Dejad de identificaros con lo que os define.
Tratad de esquivaros de toda expresión vuestra. Desconfiad de vuestras
opiniones. Tened cuidados de las fes vuestras y defendeos de vuestros
sentimientos. Retiraos de lo que parecéis ser desde afuera y huid ante toda
exteriorización, así como un pajarito ante la serpiente huye.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pues –pero no sé, francamente, si
ya hoy pueden mencionarlo mis labios- es erróneo el postulado de que el hombre
debería ser definido, es decir, inquebrantable en sus conceptos, categórico en
sus declaraciones, claro en sus ideologías, decidido en sus gustos, responsable
de sus palabras y actos, preciso y cristalizado en todo su modo de ser.
Contemplad de más cerca lo quimérico de ese postulado. El elemento nuestro es
la inmadurez eterna. Lo que hoy podemos pensar, sentir y decir, forzosamente se
convertirá en una tontería para los bisnietos. Mejor sería, entonces, si hoy ya
tratásemos todo eso como una tontería, adelantándonos al tiempo… Y esa fuerza
que os lleva a una definición prematura no es, como creéis, una fuerza
enteramente humana. Pronto nos daremos cuenta que ya no es lo más importante
morir por las ideas, estilos, tesis, lemas y credos, ni tampoco aferrarse y
consolidarse a ellos, sino esto: retroceder un paso y tomar distancia frente a
todo lo que se produce sin cesar en nosotros. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
De Witold Gombrowicz en <i>Ferdydurke</i>.</div>
Santiagohttp://www.blogger.com/profile/10022074112351185996noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-23081634.post-31702506223867854082013-08-02T15:14:00.003-03:002013-08-02T15:29:59.951-03:00El descenso<div class="MsoNormal">
El descenso nos llama<br />
como la ascensión nos llamaba.<br />
La memoria es una suerte de cumplimiento,<br />
una renovación<br />
- y más: una iniciación:<br />
los espacios<br />
que abre son lugares nuevos,<br />
poblados por hordas<br />
hasta entonces inexistentes,<br />
nuevas especies<br />
en movimiento hacia nuevos objetivos<br />
(los mismos<br />
que antes habían abandonado).<br />
Ninguna derrota<br />
es enteramente derrota:<br />
el mundo que abre es siempre<br />
un lugar antes insospechado.<br />
Un mundo perdido es un mundo<br />
que nos llama a lugares inéditos:<br />
ninguna blancura<br />
(perdida) es tan blanca<br />
como la memoria de la blancura.<br />
<br />
Al anochecer, el amor despierta<br />
- aunque sus sombras,<br />
vivas por la ley del sol,<br />
ahora se aletargan<br />
y se desprenden del deseo.<br />
El amor sin sombras ahora<br />
se anima y<br />
conforme avanza la noche<br />
despierta.<br />
<br />
El descenso<br />
hecho de desesperaciones<br />
por incumplido<br />
nos cumple: es un nuevo despertar,<br />
reverso<br />
de la desesperación.<br />
Aquello que no pudimos cumplir,<br />
aquello negado al amor,<br />
perdido en la anticipación,<br />
se cumple en un descenso,<br />
sin fin: indestructible.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<a href="http://susanborobio.blogspot.com.ar/2009/12/el-descenso-de-william-carlos-williams.html"><span style="color: windowtext;">El descenso
de William Carlos Williams (traducción de Octavio Paz).</span></a></div>
Santiagohttp://www.blogger.com/profile/10022074112351185996noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-23081634.post-42544102680804437422013-07-19T16:42:00.002-03:002013-07-19T16:52:29.410-03:00Metempsicosis<div class="MsoNormal" style="margin-left: 171pt;">
</div>
<div style="text-align: left;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 171pt;">
<span style="font-size: 12pt;">Yo fui un soldado que durmió en el lecho<br />
de Cleopatra la reina. Su blancura<br />
y su mirada astral y omnipotente.<br />
Eso fue todo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 171pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 171pt;">
<span style="font-size: 12pt;">¡Oh mirada! ¡oh blancura! y oh, aquel lecho<br />
en que estaba radiante la blancura!<br />
¡Oh, la rosa marmórea omnipotente!<br />
Eso fue todo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 171pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 171pt;">
<span style="font-size: 12pt;">Y crujió su espinazo por mi brazo;<br />
y yo, liberto, hice olvidar a Antonio.<br />
(¡Oh el lecho y la mirada y la blancura!)<br />
Eso fue todo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 171pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 171pt;">
<span style="font-size: 12pt;">Yo, Rufo Galo, fui soldado y sangre<br />
tuve de Galia, y la imperial becerra<br />
me dio un minuto audaz de su capricho.<br />
Eso fue todo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 171pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 171pt;">
<span style="font-size: 12pt;">¿Por qué en aquel espasmo las tenazas<br />
de mis dedos de bronce no apretaron<br />
el cuello de la blanca reina en broma?<br />
Eso fue todo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 171pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 6cm;">
<span style="font-size: 12pt;">Yo fui llevado a Egipto. La cadena<br />
tuve al pescuezo. Fui comido un día<br />
por los perros. Mi nombre, Rufo Galo.<br />
Eso fue todo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 6cm;">
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 6cm;">
Metempsicosis de Rubén Darío.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 6cm;">
<span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></div>
Santiagohttp://www.blogger.com/profile/10022074112351185996noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-23081634.post-76204541713517772772013-06-27T02:17:00.002-03:002013-06-27T02:17:48.123-03:00Autocrítica<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Frente al mundo, el indiferente
no es ni ignorante ni hostil. Tu propósito no es redescubrir las saludables
alegrías del analfabetismo, sino, al leer, no conceder ningún privilegio a tus
lecturas. Tu propósito no es ir desnudo por ahí sino estar vestido sin que eso
implique necesariamente afectación o abandono; tu propósito no es dejarte morir
de hambre, sino solamente alimentarte. No es que quieras llevar a cabo estas
acciones con total inocencia, pues la inocencia es un término demasiado fuerte:
solamente, simplemente, si es que ese “simplemente” tiene algún sentido,
dejarlas en un terreno neutro, evidente, desprovisto de todo valor, y no, ante
todo no, funcional, porque la funcionalidad es el peor de los valores, el más
hipócrita, el más comprometedor, aunque patente, fáctico, irreductible; que no
haya nada más que decir: lees, estás vestido, comes, duermes, caminas, que sean
acciones, gestos, pero no pruebas, no monedas de cambio: tu ropa, tus
alimentos, tus lecturas ya no hablarán en tu lugar, ya no tendrás que hacerte
el listo a través de ellos. Ya no les confiarás más la agotadora, la imposible,
la mortal tarea de representarte.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
De Georges Perec en <i>Un hombre que duerme</i>.</div>
Santiagohttp://www.blogger.com/profile/10022074112351185996noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-23081634.post-32351241642504481132011-05-12T12:55:00.001-03:002011-05-20T13:03:55.906-03:00Un programa<div align="justify">Los mismos principios: no prohibirse nada salvo lo que contraviene la paz del alma construida con paciencia y hábitos continuados. Chicos y chicas, jóvenes y no tan jóvenes, bellos o no, sagaces o no, únicos o múltiples, sucesivos o contemporáneos, yuxtapuestos o simultáneos, no importan los amores con tal que se practique un <em>Eros ligero</em>, “accesible y fácil” dice Horacio. La ligereza triunfa como virtud cardinal, como principio constructor del querer libertino: no infligir nada y no soportar nada pesado, huir tanto de la pesadez impuesta como de la pesantez sufrida. Querer la vivacidad, la sutilidad, la delicadeza, la elegancia y la gracia, prohibiendo(se) radicalmente la menor onza de peso en la relación sexuada y sexual, amorosa y sensual (…) Es pesado lo que fija, inmoviliza y nos vuelve sedentarios. Lo que pide cuentas, lo que exige un derecho de inspección y nos somete a la presión de una voluntad tercera. Lo que otorga a las pulsiones de muerte un poder exorbitante en la intersubjetividad. Lo que se inmiscuye, se insinúa entre los dos e instala como fuerza intersticial un fermento de descomposición y una potencia abrasiva y corrosiva. Lo que abate las alas de Eros y trata de echar por tierra el capital aéreo y primero de toda historia amorosa. Lo que hace surgir las demandas de explicaciones, las propuestas de justificación, las invitaciones de las promesas, las fantasmagorías regresivas e infantiles en el momento mismo del presente puro. Lo que deja plenos poderes al odio a sí. Lo que hipoteca el porvenir y quiere la clausura. Lo que quiere la eternidad cuando debe triunfar el instante.<br /><br />La obra de Ovidio propone una práctica libertaria e igualitaria de la seducción. Allí donde habitualmente la etimología enseña que seducir significa desviarse del camino, desplazarse, instalarse en una vía imprevista, separada, dirigirse a otra parte, aparte y apartado, la nueva definición ovidiana de este viejo concepto supone un encaminarse a dúo, en común, y en la claridad (…) Además de invitar al arte de conquistar, el tratado hedonista invita a poner los talentos del impetrante en el arte de la conservación. Ovidio construye con todas las piezas una ética de la dulzura. Contra la brutalidad feudal y la violencia burguesa, la lógica del <em>Eros ligero</em> formula una moral del cuidado del otro. De ahí la promoción de virtudes constructivas en la economía de esta ética voluptuosa: atención, ternura, dulzura, paciencia, entrega. El placer de uno no debe pagarse con el displacer del otro. No hacer el mal. Y tampoco sufrirlo.<br /><br />Ahora bien, los autores de las fábulas sobre animales deberían tener en cuenta al erizo, pues este animal expresa en el grado más alto las virtudes de la prudencia, de la previsión y el cálculo hedonista. Su técnica para evitar lo negativo procede del repliegue, del recogimiento, del cierre de las escotillas por las que el mundo suele penetrar habitualmente en la carne y por tanto en el alma. Desde que aparece el riesgo del estrés, de la frustración o de la amenaza, el erizo baja la cabeza, vuelve a colocar sus púas delante de la cara, arruga la nariz, que se encoge y se recoge (…) El erizo rechaza tanto el mimetismo de los parajes como la violencia del predador, pues prefiere una sabiduría verdaderamente hedonista: evitar el displacer, ponerse en la posición de no tener que sufrir ningún disgusto, instalarse en el retiro ontológico. Ni desaparecer, ni atacar, sino estructurarse como fortaleza a partir de un pliegue en el que se preserva la identidad. El erizo ilustra una de las vertientes del ideal hedónico: aspirar al placer, desde luego, tender hacia la satisfacción, evidentemente, buscar las ocasiones de regocijarse, sin dudas, pero asimismo, y tan poderosamente, conjurar el displacer, expulsar las causas del malestar, pulverizar los motivos de insatisfacción. No querer lo negativo pesa tanto en la aritmética de los placeres como buscar lo positivo.<br /><br />El descubrimiento de la distancia ideal donde el otro deja de amenazar, a la manera de arrecifes y escollos, supone recurrir a la retórica del contrato. La buena distancia se realiza recurriendo al lenguaje, a los signos, a la palabra, a los sentidos intercambiados por dos actores lúcidos, informados y decididos a hacer coincidir sus actos y sus declaraciones. No tomo en consideración a los incapaces de decidir desde una perspectiva común, a los que dicen una cosa y hacen la contraria, a los que hablan recto pero actúan torcidamente; rechazo a los que habitan en un corte, en una locura, en un malestar, en una rotura, en una fisura que disuelven la sana intersubjetividad; excluyo a los astutos, a los hipócritas, a los mentirosos, a los mitómanos, a los histéricos; dejo de lado a los enfermos, a los indigentes, a los retrasados de la ética; paso de largo delante de los especialistas del doble lenguaje, del juego adulterado, de la duplicidad mental; rechazo lo que los juristas denominan el delincuente relacional –y todos aquellos de los que Diógenes de Enada subraya su incapacidad fundamental y visceral para contratar (…) Podemos contratar para el matrimonio, para tener hijos, familia, para la monogamia, la fidelidad, la mutua asistencia, la exclusividad sexual, la relación duradera, pero también podemos hacerlo para la independencia, la autonomía, la libertad, la soltería, la soberanía, el tiempo limitado y contenido en formas convenidas. En el momento de los compromisos esenciales, cada cual dispone libremente de los medios para elegir entre la absorción comunitaria o el júbilo individualista (…) El libertino, tal como lo entiendo, nunca contrata por encima de sus posibilidades: no pone nada por encima de su libertad; nunca se ha extraviado en las promesas que comprometen para la eternidad; nunca ha seducido al otro con edenes en los que no cree; nunca juega con las palabras, la voz y la retórica para obtener despreciables éxitos a través de la mentira; nunca hipoteca el futuro, ni traza ningún plan astronómico, nunca habla de los años por venir; dice lo que va a hacer y hace lo que ha anunciado; desde el primer momento afirmó que de ninguna manera se sacrificaba a las mitologías y a los fantasmas familiaristas de su cultura; no habla de amor, de hogar, de conyugalidad, de paternidad, de maternidad, de monogamia; mantiene lo que un día prometió: la voluntad feroz de dar y recibir placer, y la determinación de romper el contrato o aceptar que el otro tome la iniciativa para ello si el proyecto empieza a parecer irrealizable o ya lo es.<br /><br />De Michel Onfray en <em>Teoría del cuerpo enamorado</em>. Va un video para quien lo quiera conocer un poco más.<br /><br /><iframe height="349" src="http://www.youtube.com/embed/-xw6wr7B9hk" frameborder="0" width="425"></iframe></div>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/10022074112351185996noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-23081634.post-81509935844966223462011-04-15T01:57:00.015-03:002011-04-15T12:20:46.791-03:00Un Aleph<div align="justify">Soy el chico que se apoya en la reja y la ve llorar. Soy su ilusión, un pensamiento oscuro y la comunicación inasequible, soy el goce de la amenaza y el hombre que siempre pierde. Por qué no, el peligro y la derrota. Soy la chica que llora y espera. Soy sus dudas, una palabra en francés y la tristeza insoportable, soy el cálculo hedonista y la mujer que se crea a sí misma. Por qué no, el placer y la falta. Soy, también, la reja fría y sucia, la marca en la frente, el tren que pasa, la estación mundo, la mano que aparta el pelo y el mundo estación. Soy las cosas, los agujeros que las separan y la libertad. Soy, además, la lágrima que no llega al suelo, la sangre que llega al río, el abrazo que desrealiza espacio, el tiempo que nace recreado tras un beso, soy un fotograma perfecto, soy Dios y la bendición del instante, soy el laboratorio y todas las partículas de energía que tienen olor. Soy el amor que se construye en el margen de una plaza. Soy, amén, la nena que lo mira todo, sus alas y su corona, soy lo que entiende, su indiscreción y la de estas palabras, el devenir que sabe y su sonrisa. </div>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/10022074112351185996noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-23081634.post-14160632190359411152011-04-04T21:34:00.009-03:002011-04-04T22:45:38.377-03:00Yo aplaudo (y de pie)-¿Pero por qué carajo aplauden? -dijo el cronista al oído de Juan. <br />-Porque nacieron para eso -dijo Juan. Unos hacen las cosas y los otros las aplauden, y a eso le llaman cultura musical.<br /><br /><iframe title="YouTube video player" width="480" height="349" src="http://www.youtube.com/embed/ChVJTZzHf7I" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/10022074112351185996noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-23081634.post-58154535835680634942011-01-21T12:53:00.003-03:002011-01-21T13:03:15.596-03:00Lo más seguro en esta vida, es lo que nunca se conoceTengo tiempo, para saber<br />si lo que sueño concluye en algo.<br />No te apures, ya más, loco<br />porque es entonces cuando las horas bajan,<br />el día es vidrio sin sol;<br />bajan, la noche te oculta la voz.<br />Y, además, vos querés sol,<br />despacio, también,<br />podés hallar la luna.<br /><br />Viejo roble del camino,<br />tus hojas siempre se agitan algo.<br />Nena, qué bien te ves<br />cuando en tus ojos no importa si las horas bajan,<br />y el día se sienta a morir;<br />bajan, la noche se nubla sin fin.<br />Y, además, vos sos el sol,<br />despacio, también,<br />podés ser la luna.<br /><br /><em>Bajan</em> de Luis Alberto Spinetta.<br /><br /><iframe class="youtube-player" title="YouTube video player" height="390" src="http://www.youtube.com/embed/zgLlkCZcqsE" frameborder="0" width="480" type="text/html"></iframe>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/10022074112351185996noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-23081634.post-47421738393876993882011-01-04T12:30:00.010-03:002011-01-04T13:05:33.646-03:00He aquí el hombre<div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span lang="ES-AR">“Mi conclusión es, en una palabra, que no solo los grandes hombres, sino aquellos que se elevan, por poco que sea, por encima del nivel medio, y que son capaces de decir algo nuevo, son, por naturaleza, e, incluso, inevitablemente, criminales. Si no lo fueran, les sería difícil salir de la rutina. No quieren permanecer en ella, y yo creo que no lo deben hacer (…) Los hombres pueden dividirse, en general y de acuerdo con el orden de la misma naturaleza, en dos categorías: una inferior, la de los individuos ordinarios, es decir, el rebaño cuya única misión es reproducir seres semejantes a ellos, y otra superior, la de los verdaderos hombres, que se complacen en dejar oír en su medio ‘palabras nuevas’. La primera categoría se compone de hombres conservadores, prudentes, que viven en la obediencia, porque ésta obediencia los encanta. Y a mí me parece que están obligados a obedecer, pues éste es su papel en la vida y ellos no ven nada humillante en desempeñarlo. En la segunda categoría, todos faltan a las leyes, o, por lo menos, todos tienden a violarlas por todos sus medios. Naturalmente, los crímenes cometidos por estos últimos son relativos y diversos. En la mayoría de los casos, estos hombres reclaman, con distintas fórmulas, la destrucción del orden establecido, en provecho de un mundo mejor. Y, para conseguir el triunfo de sus ideas, pasan si es preciso sobre montones de cadáveres y ríos de sangre. Mi opinión es que pueden permitirse obrar así; pero..., que quede esto bien claro..., teniendo en cuenta la clase e importancia de sus ideas (…) Los hombres de la primera categoría son dueños del presente; los de la segunda del porvenir. Las dos tienen su razón de existir. En una palabra, yo creo que todos tienen los mismos derechos. <i>Vive donc la guerre éternelle</i>..., hasta <st1:personname productid="la Nueva Jerusalén" st="on">la Nueva Jerusalén</st1:personname>, entiéndase.”</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span lang="ES-AR"><br /></span></p><p class="MsoNormal"><span lang="ES-AR">De Fedor Dostoievski en <i>Crimen y Castigo</i>. </span>El dibujo es "Retrato de un hombre extraordinario" por el Conejo.</p></div><div><br /></div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDQr5skE9jFD5knXG1fyPOsGv2Su9QT_gijFcDevoVobjvXXRTGz2N9RR2zP-HKKYsZAef1_4vLHUOt4eb97BlgYaP4Qs9X7RytNnYwLn6pOfKsSm4joejRrDn4YccBWlULkGB/s1600/Retrato+de+un+hombre+extraordinario.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 339px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDQr5skE9jFD5knXG1fyPOsGv2Su9QT_gijFcDevoVobjvXXRTGz2N9RR2zP-HKKYsZAef1_4vLHUOt4eb97BlgYaP4Qs9X7RytNnYwLn6pOfKsSm4joejRrDn4YccBWlULkGB/s400/Retrato+de+un+hombre+extraordinario.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5558359770146665474" /></a><br /><p class="MsoNormal" style="text-align:justify"><br /></p>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/10022074112351185996noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-23081634.post-70405739430001484502010-12-22T01:19:00.008-03:002010-12-22T03:17:00.513-03:00Fluir<div align="justify">Fluir, en la dinámica fluvial se explica todo, lo que nace y brota, allá arriba, tiene su lugar, se desplaza, sin dificultad, por la pendiente, como el caminante perdido en el barrio, como la historia de Bonnie y Clyde, como las palabras que se asocian, libres, y construyen aposiciones, una que explica a la otra, y siempre hay una más, una coma más, una curva más, el curso es una incertidumbre, el río abre, cauces y valles, modela el paisaje, transforma el relieve, ¡y así se transforma él mismo!, avanza con energía, acomoda las rocas, recibe a sus afluentes, crece y decrece, se hace navegable y después no, y allá abajo, donde el placer y el dolor se traban, muere si puede, como quien sabe elegir.<br /><br /><embed src="http://www.youtube.com/v/JM6vjvPEZlk?fs=" width="480" height="385" type="application/x-shockwave-flash" hl="es_ES" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true"></embed><br /><br /><em>Bonnie & Clyde</em> de Serge Gainsbourg, un genio que me vuela la cabeza. Es el tema que más me gusta escuchar por estos días. A quien guste, dejo el link del video original en el que canta con su pareja de entonces, otro genio, Brigitte Bardot.</div><p align="justify"><a href="http://www.youtube.com/watch?v=lsTMhScumOE&feature=related"><span style="color:#ff9900;">http://www.youtube.com/watch?v=lsTMhScumOE&feature=related</span></a> </p>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/10022074112351185996noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-23081634.post-10364845174263587602010-12-01T19:22:00.007-03:002010-12-02T00:24:28.817-03:00ParanoiaCaminar mirando el piso/<br />los zombies de Belgrano/ me comen el cerebro con sus miradas/<br />entes erráticos y sádicos/ que miran sin razón ni lógica/<br />muertos vivos sin origen/ que devoran humanos con los ojos/<br />tengo que dejar de hacerlo/<br />vale la pena morir en cada esquina/ si puedo renacer a media cuadra/<br />la vista en alto cuesta una vida/ pero también embellece una mañana/<br />(y después cuesta una vida)/<br />hay un precio que pagar por todo/<br />pero ¿cómo voy a renunciar a algo/ que todavía no he probado?/<br />esa mujer le limpia la cola al perro/<br />esa vieja triste/ encerrada en su ventana/<br />contempla el mundo de reojo/ y extraña su pueblo/<br />pero ¿cómo no estar bien/ cuando se llora de amarillo?/<br />con un café bien fuerte/ y un rincón en el futón/<br /><br />Todo esto es muy contradictorio/ correrse a voluntad del centro/<br />sufrir estos trastornos delirantes/ sin motivo ni droga/<br />esta manía incontrolable/ de encadenar un pensamiento a otro/<br />este delirio que me hunde con Narciso/<br />mi salud mental serviría de ejemplo a la ciencia/<br />cómo se asume con facilidad y diligencia el papel de víctima/<br />cómo se miente una sombra/ y acá va de nuevo/<br />¿y si es ella que se hace pasar por otra/ y antes se hacía pasar por una/<br />que se hizo amiga de aquella/ para arruinarme la vida?/<br />como si todo tuviera que ver conmigo/<br />¡justo conmigo!<br /><br /><object width="480" height="385"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/0gVXDMc8gTk?fs=1&hl=en_US"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/0gVXDMc8gTk?fs=1&hl=en_US" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="480" height="385"></embed></object>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/10022074112351185996noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-23081634.post-29381258040727397992010-11-04T14:36:00.009-03:002011-01-04T13:10:40.777-03:00Escribir<p style="MARGIN: 0cm 0cm 0pt; mso-pagination: none; mso-layout-grid-align: none" class="MsoNormal" align="justify"><span lang="ES-AR"><span><span class="Apple-style-span" >Si acaso tengo un problema es que se me notan los problemas. Estos días, ando con los conflictos en la superficie. La camarera del lugar al que suelo ir a comer me ve dudar unos segundos frente al menú, se me acerca y me escupe en la cara: “<em>tenés que desambiguarte</em>”. Soy un índice ambulante, un síntoma perfecto. ¿Cuánto de un fenómeno se explica en su visibilidad? Como sea, si voy a volver a escribir acá no va a ser a causa de aquel ridículo llamado. Hoy, que la mayoría de los murmullos gentiles han callado, que ya no se oye el canto de las sirenas (Ulises sabía que el silencio era un arma más terrible que el mismo canto), hoy, de nuevo, es audible otra voz. ¿Cuánto de un fenómeno se explica en su audibilidad? Una voz que no termino de conocer, recortada en el interior de mi cabeza, ¿la voz de la conciencia?, que insiste como un Dios o como un amor. Una voz que se parece mucho en su tono a la de la arcádica vecinita de al lado, voz casual pero precisa, tenue pero monumental, cuya percepción es dolorosa. Quiero decir, no se si me conviene escucharla pero ¿cómo no escuchar lo que tiene para decir una voz? Si vuelvo a escribir acá es porque no hay modo de negarla. ¿Cuánta suerte tienen los ciegos en jamás haberse visto? ¿Cuánta desgracia llevan en su mochila, pegada al cuerpo, los psicoanalizados? Su absurdo argumento está lleno de inocencia pero también de esperanza: si logro aceptar el desafío, escribiendo lo que sea y como pueda (no exige resultados), si me enfrento a todas mis imposibilidades, desde la indisciplina a la indiferencia, desde el temor al conformismo, si las proyecto fuera de mí, si dejo de crearlas porque dejo de actuar como si existieran, voy a engendrar otro tipo de disposiciones y promover un cambio, voy a emerger de la lucha sintetizado en un mejor tipo, un tipo que escribe y que, por eso, es más civilizado, se acerca más a lo que quiere ser y al que no se le notan los problemas porque, tal vez, ya no los tenga.</span><!--?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" /--><span class="Apple-style-span" ><o:p></o:p></span></span></span></p>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/10022074112351185996noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-23081634.post-26776989395439377552010-10-05T02:44:00.016-03:002010-10-05T11:52:39.718-03:00Persecuciones blog<div align="justify">Fui concebido, hace ya unos cuantos años, como un vulgar depósito. El lugar donde apilar, desordenadamente y con reprochable criterio estético, distintas cosas que daban vueltas por su casa y por su cabeza, cosas que necesitaba ubicar todas juntas en algún lado, menos para encontrarlas fácilmente que para perderlas de una buena vez. La premisa: <em>Semen retentum venenum est</em>. Creía que, ubicando fuera de sí sus pensamientos inútiles, limpiando su ambiente más inmediato de artículos recolectados durante años, perdiendo de vista sus insoportables dibujos, sus notas y lecturas recurrentes (le voy a conceder que no se puede encarar un día saludablemente releyendo a <em>Shopenhauer</em> con el desayuno), podía darle lugar a <strong>Lo Nuevo</strong>. Quería vivir, expulsando de sí todo lo que quería morir. Y fantaseaba, casi como un nene, con un virus informático, al que llamaba <em>Shannon</em> (por el personaje de la novela de <em>Palahniuk</em>), que se devoraría en la virtualidad cada una de mis entradas y, soñar no le costaba nada, las de algunos de mis colegas también.<br /><br />Lo cierto es que el gusano nunca vino. Los gusanos serán gusanos pero no comen mierda. Entonces comprendió, ironía del destino, lo que quería decir la <em>Shannon</em> de <em>Palahniuk</em> con eso de que <em>huir no te evita seguir adelante con tu vida</em> y, desde aquella revelación, la idea que me da vida, que infla mi espacio virtual, pero potente, capaz de volverse más real que lo real mismo (¡ya lo ven!), fue mutando monstruosamente. Créanme. Empezó a verse reflejado en este espejo, a reconocerse, a compartir, de a poco, la imagen con otros, a aceptar comentarios de esos otros sobre la imagen de una imagen suya, a interesarse por esos comentarios (ni <em>Copérnico</em>, ni <em>Darwin</em>, ni el distinguido doctor <em>Freud</em> pudieron erosionar su ego tanto como pudo una pendeja con un frase aquí mismo y un amigo que no nos leyó nunca) y, perdónenlo por su estúpida vanidad, llegó a darle tal valor a la imagen que, en algunas ocasiones, lo sorprendí masturbándose mientras la contemplaba. Alienado, el creador se inclinaba (si tuviera una pija me la habría mamado) ante su creación.<br /><br /><em>(Disculpen pero sabrán entender que no sepa escribir más que de un modo semejante al de él)</em>.<br /><br />La rueda continuó girando, el monstruo deformándose, y me culpó, ¡a mí! de su presunción: como si fuera posible que desde un lugar como éste alguien con cuestionables capacidades pueda hacer algo que se parezca al arte. No hay lugar acá para la creación artística, mi amigo. Ni lo habrá. No para usted. Pero eso no debe entristecerlo ni desalentarle. La toma de conciencia de una realidad semejante puede servirle para enfocar de nuevo. Para que la rueda de la vuelta completa y pueda volver, ¿por qué no?, ahora que ya no queda nada que mostrar ni nadie a quien mostrarle, a la idea fundacional. A la idea sencilla y primitiva, pero no por eso menos noble, que me dio origen. Volver al pasado. Pero a un pasado nuevo, actualizado.<br /><br />Ya ven lo desesperado que estoy. <em>Ya ni para apilar basura sirvo</em> y el tango sigue… Nunca antes fui víctima de tal descuido y desinterés. Nunca antes lo vi tan metido en sus pensamientos y obsesiones inconducentes: que la soledad es imposible, que los muertos siguen teniendo facebook, que hace falta una escuela para el oído, que todavía no se ha aprendido a amar, que <em>'dame algo que sea exactamente lo que parece'</em>, que por el camino de la mentira es por el que se llega a la felicidad, que ingenuos aquellos que, como él, creyeron que era en la verdad donde estaba la salvación, que <em>'no se atreve a vivir de la poesía'</em>, que <em>'aquellos se creen muy machos pero afirman su masculinidad teniendo relaciones homo, aunque sean simbólicas'</em>, que si Messi se la aguanta es porque pone el cuerpo por delante, que una y otra vez la canción de Iorio, como la vecina de abajo, que le duele el Yo, que eso de vivir al borde del abismo es para pocos, que es mejor vivir anestesiado de lo real, que hace falta una escuela para la vista, que el cuadro de <em>Rembrandt</em> esconde no se qué cosa según vio en una película, y volver a mirar una y otra vez millones de cuadros, ¡pero esta vez el cuadro completo eh!, con todos sus detalles, que la gata no deja dormir cogiendo su celo afuera y después viene, mansa, por el plato de leche y la carne picada, que cree haber visto a <em>Thomas Pynchon</em> caminando por Corrientes, que quién tiene el esperma más rápido, que estar sano en un mundo enfermo es estar un poco enfermo, que <em>'no se entere tu marido ni lo sepa tu mujer'</em>, que etimológicamente <em>'dos'</em> y <em>'duda'</em> tienen casi el mismo origen, que hay que aceptar un futuro indeterminado o, mejor, sobredeterminado.<br /><br />Al principio supuse que mi abandono se trataba de una suspensión momentánea de los relatos que le era necesaria para integrarse más con el mundo. Pero la situación, como verán, es mucho más grave y compleja. Hoy, por ejemplo, anduvo todo el día con el cuento ese de que confirmó la existencia de su justa fuerza compensadora. Cree que, efectivamente, tiene un archienemigo. Un tipo con virtudes y defectos, como cualquier otro, pero que está en el extremo opuesto del espectro y al que sólo él encuentra despreciable. Se lo ve débil. Dice que no para de vomitar a causa de los poderes del villano.<br /><br />En fin, acompáñenme, desaparecidos lectores y visitantes, en mi plegaria: es necesario, por el bien de ambos, que afloje usted un poco con las abstracciones y vea las posibilidades concretas que tiene delante. Tales cayó al pozo por mirar las estrellas. No lo olvide. Pienso que si aún no pulsó la tecla de los verdaderos arrepentidos es porque queda una esperanza. Y por eso me juego esta última carta. ¡Vamos!, desde la indigencia bloguera se lo ruego, ¡re-invéntese y vuelva! No puedo vivir sin usted mucho tiempo más.</div>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/10022074112351185996noreply@blogger.com17tag:blogger.com,1999:blog-23081634.post-51250094150835284172010-07-16T12:10:00.002-03:002010-07-16T12:30:59.736-03:00Felices los normalesFelices los normales, esos seres extraños,<br />los que no tuvieron una madre loca,<br />un padre borracho, un hijo delincuente,<br />una casa en ninguna parte, una enfermedad desconocida,<br />los que no han sido calcinados por un amor devorante,<br />los que vivieron los diecisiete rostros de la sonrisa y un poco más,<br />los llenos de zapatos, los arcángeles con sombreros,<br />los satisfechos, los gordos, los lindos,<br />los rintintín y sus secuaces,<br />los que cómo no, por aquí,<br />los que ganan, los que son queridos hasta la empuñadura,<br />los flautistas acompañados por ratones,<br />los vendedores y sus compradores,<br />los caballeros ligeramente sobrehumanos,<br />los hombres vestidos de truenos y las mujeres de relámpagos,<br />los delicados, los sensatos, los finos,<br />los amables, los dulces, los comestibles y los bebestibles.<br />Felices las aves, el estiércol, las piedras. <br /><br />Pero que den paso a los que hacen los mundos y los sueños,<br />las ilusiones, las sinfonías, las palabras que nos desbaratan y nos construyen,<br />los más locos que sus madres,<br />los más borrachos que sus padres y más delincuentes que sus hijos<br />y más devorados por amores calcinantes.<br />Que les dejen su sitio en el infierno, y basta.<br /><br /><em>Felices los normales</em> de Roberto Fernández Retamar.Santiagohttp://www.blogger.com/profile/10022074112351185996noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-23081634.post-43731458042860869892010-07-09T12:50:00.006-03:002010-07-09T13:03:55.760-03:00Soy tu hombreSi querés un amante<br />haré cualquier cosa que me pidas<br />y si querés otro tipo de amor<br />usaré esta vieja máscara para vos,<br />si querés un compañero<br />tomá mi mano<br />o si me querés derribar con ira<br />acá estoy,<br />soy tu hombre.<br /><br />Si querés un boxeador<br />saltaré al ring para vos<br />y si querés un médico<br />examinaré cada centímetro tuyo,<br />si querés un conductor<br />subite<br />O si querés llevarme a dar un paseo<br />sabés que podés,<br />soy tu hombre.<br /><br />Pero la luna es demasiado brillante,<br />la cadena es demasiado ajustada,<br />la bestia no se irá a dormir.<br />He estado ensayando estas promesas<br />que hice y no pude mantener<br />ah, pero un hombre nunca recuperó a una mujer<br />rogándole de rodillas,<br />o me arrastraría hacia vos, nena<br />y caería a tus pies<br />y aullaría a tu belleza<br />como un perro en celo<br />y arañaría tu corazón<br />y rasgaría tus sábanas<br />y diría por favor, por favor,<br />soy tu hombre.<br /><br />Y si tenés que dormir<br />un minuto en la ruta<br />yo voy a guiar para vos<br />y si querés trabajar la calle sola<br />voy a desaparecer para vos,<br />si querés un padre para tu hijo<br />o sólo querés caminar conmigo otro tramo<br />a través de la arena ardiente,<br />soy tu hombre.<br /><br /><em>Soy tu hombre</em> de Leonard Cohen (traducir noblemente una canción, un poema, es imposible. Se quedan muchas cosas en el camino). El video es en Londres – 2009.<br /><br /><embed src="http://www.youtube.com/v/tKjSr1zOTq0&hl=" width="480" height="385" type="application/x-shockwave-flash" fs="1" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true"></embed>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/10022074112351185996noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-23081634.post-28385840972851973652010-06-24T11:00:00.002-03:002010-06-24T11:20:44.815-03:00La percepción es la clave para la transformación<div align="justify">-No te apures tanto: tenés más tiempo del que creés. Lo que estás viendo no es lo que está pasando, exactamente; es la imagen, menos el tiempo que tarda en viajar. ¿No has oído de esas estrellas que uno ve, y se han apagado hace muchísimo? Es lo mismo: la luz tarda en llegar…<br />-¡Pero Horacio, eso pasa con las estrellas que están a millones de kilómetros!<br />-Pasa en todas partes, hasta aquí entre vos y yo –estaban a medio metro uno del otro. Cuanto más cerca estás, menor es la diferencia entre lo que pasa y lo que se ve, pero la diferencia sigue estando.<br />-¿Cuánto puede tardar la imagen de la calle hasta acá? Una fracción de segundo.<br />-Es muy poco, de acuerdo. Pero es. Y te sorprendería saber cómo se nota. Es increíble lo que se puede hacer en muy poco tiempo, cuando uno sabe lo que quiere hacer, cuando se pone a hacerlo con decisión. Yo saco mucha ventaja de ese pequeño lapso. A veces me asomo por aquí, veo llegar el camión del sodero, y no hay nadie abajo para abrirle la puerta, los veo empezar a descargar los cajones (viste qué apurados están siempre), entonces bajo, y cuando salgo a la vereda, el camión está llegando…<br />-¡Qué exagerado sos! –se rió Mario. –Esperá un poco… ¿No debería ser al revés? ¿Cómo vas a ver la imagen antes de que se produzca? ¡La ves después! Los soderos se cansaron de esperarte, siguieron con el reparto, y cuando vos bajás están de vuelta…<br />-No. La imagen atrasada la ves mirando para arriba, por ejemplo a las estrellas. Mirando para abajo la ves adelantada.<br />-No puede ser.<br />-Sí puede. Yo me manejo así, y me da resultado.</div><div align="justify"><br />De modo que era así como se las arreglaba Horacio con el tiempo. Cada cual tiene su pequeño o gran método, y todos viven. De ahí debía de venir la prodigiosa seguridad en sí mismo de este gordo fanfarrón. Si él se lo creía, no iba a ser Mario el que lo sacara de su ilusión, porque todos, quien más quien menos, debían vivir sobre alguna ficción equivalente.<br /><br />De César Aira en <em>El sueño</em>.</div>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/10022074112351185996noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-23081634.post-6362477506397473542010-06-04T13:15:00.002-03:002010-06-04T13:35:52.365-03:00Belle de jour<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIvMeSVBHasubUHkp2L_kbhQcu5pr-rvsVNhdqYuNA4-3U1JulmXXJXnyR_VvqnKm7CAsScHvXCpyTYuYwC8QVZIDwGoepTcSR2VW9VVLZs7CjwAuSj4PiN6uM7E-CK9ChyphenhyphenWdr/s1600/Belle+de+jour.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5478956400947298466" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 319px; CURSOR: hand; HEIGHT: 400px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIvMeSVBHasubUHkp2L_kbhQcu5pr-rvsVNhdqYuNA4-3U1JulmXXJXnyR_VvqnKm7CAsScHvXCpyTYuYwC8QVZIDwGoepTcSR2VW9VVLZs7CjwAuSj4PiN6uM7E-CK9ChyphenhyphenWdr/s400/Belle+de+jour.jpg" border="0" /></a><br /><div>Todo lo que hay en el mundo de bello y de sublime forma parte de la belleza que se ama, y esta vista inesperada de ventura llena instantáneamente de lágrimas los ojos. El amor de lo bello y el amor se dan mutuamente la vida.</div>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/10022074112351185996noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-23081634.post-51922584775843399982010-05-28T14:33:00.006-03:002010-05-28T14:53:05.898-03:00Herida¿Coser los bordes de la herida, debo? ¿Puedo?<br />¿Es debido? ¿He podido?<br />Suturarla doliente ya, doliéndome,<br />rastreramente husmeando como un perro<br />oh señor, a sus pies -oh señor<br />con esa pierna atada, amputada, anestesiada, doblada pierna<br /><br />¿O estoy? ¿Ando? metiendo los estiletes en el muslo<br />para que arda<br />para que mane<br />haciéndole volcar lechoso polvo en la enramada<br />ampliándola, estirándola<br /><br />No me hagas caso, Morenito, no lo hagas<br />así, tan prominente y espantosa la herida lo que hiende<br />la penetración del verdugo durante el acto del suplicio<br />durante la hora del dolor, del calor<br />de la sofocación de los gemidos<br />impotente como potente bajo esa masa de tejidos<br />arbitrarios como bandidos<br />asaetados por los chirridos<br /><br />¿Quiero pues? ¿deseo, pues? ¿después?<br />¿Debo chupar? ¿mamar?<br />de ese otro seno herido, desangrado<br />con la pierna cortada<br />con la daga en la nalga<br />ah caminar así,<br />rauda cual ráfaga<br />montañas de basura mágicas y luminosas<br />¿ser lúcida? ¿ahora, hoy?<br />tumbada cual yegua borracha<br />cual chancha echada<br />cual vaca animal, animal<br />No me hagas caso, Morenito.<br /><br /><br />Fragmentos de<em> Herida pierna</em> de Néstor Perlongher.Santiagohttp://www.blogger.com/profile/10022074112351185996noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-23081634.post-71414219414322134912010-05-17T19:19:00.002-03:002010-05-17T19:28:37.952-03:00Todo lo que uno hace es una negación a envejecer<embed src="http://www.youtube.com/v/zSn1vz2twMU&hl=" width="480" height="385" type="application/x-shockwave-flash" fs="1&" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true"></embed><br /><br />El video es una entrevista a Witold Gombrowicz en la que habla de la juventud (esa que, finalmente, ayer perdí, mientras cumplía 29 años) y la lectura de un fragmento de <em>Ferdydurke</em>.Santiagohttp://www.blogger.com/profile/10022074112351185996noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-23081634.post-43112174857680067612010-05-10T13:01:00.000-03:002010-05-10T13:03:14.112-03:00Somos más viejos y sinceros y qué más da...<embed src="http://www.youtube.com/v/r0z0_RkTJbM&hl=" width="480" height="385" type="application/x-shockwave-flash" fs="1&" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true"></embed>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/10022074112351185996noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-23081634.post-9872849556924915772009-11-24T23:16:00.002-03:002009-11-24T23:20:01.429-03:00El Pasado<div align="justify">Pero dos días más tarde (los dos días que Viena, según los resultados de la contabilidad final, terminaría robándole a Londres), cuando entraron a la Osterreichische Galerie, al salón de los Klimt -Rímini desafiante, Sofía débil y adorable, envuelta en un poncho como una beduina invernal, los dos alegrando el aire caldeado con las nubecitas blancas que traían de la calle-, Rímini sintió el amparo de quien vuelve a una patria después de un largo exilio de tristezas. Recorrió las salas, amodorrado por la suave luz amarillenta, y miró los cuadros con un desgano feliz, como si estuviera tan lejos de todos que ni la belleza pudiera malograr su bienestar. Se detuvieron ante El beso y lo contemplaron abrazados, víctimas de ese mimetismo que se apodera de los enamorados cada vez que miran la imagen que siempre han creído que los mira y les habla. “Ya pasó lo peor”, pensó Rímini, y cuando quiso nombrar “lo peor”, lo que le vino a la mente no fue Viena, ni los contratiempos del idioma, ni la fiebre, ni siquiera el dinero y el tiempo que el “error austríaco”, como había pasado a llamarlo, les había robado, sino la simple posibilidad, que no vislumbraba en el futuro sino en el pasado en ese par de horas que dos días atrás había pasado solo, de que Sofía, esa masa de calor pequeña y compacta que ahora se apretaba contra su cuerpo, hubiera desaparecido de su vida para siempre. Como el sobreviviente que cada noche, antes de dormirse, asiste una y otra vez al accidente que casi lo mata, y sólo después de revivir sus pormenores descubre que ese día no hubo distracciones, ni pavimentos mojados, ni autos fatales, y que ese accidente que nunca tuvo lugar aun así le ha robado una parte de su porvenir, abriéndole una herida horrenda en el alma, Rímini volvió a verse lejos de Sofía, se vio sin ella, y esa figura huérfana, como saqueada, lo heló de espanto. Acababa de ver lo que queda de un hombre cuando a todo lo que es, todo lo que cree ser, se le resta la mujer que ama.<br /><br />En <em>El Pasado</em> de Alan Pauls.</div>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/10022074112351185996noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-23081634.post-45715563927950707642009-10-17T01:16:00.002-03:002009-10-17T01:19:26.828-03:00Viaje al fin de la noche<div align="justify">Es triste el espectáculo de la gente al acostarse; se ve claro que les importa tres cojones cómo vayan las cosas, se ve claro que no intentan comprender, ésos, el porqué de que estemos aquí. Les trae sin cuidado. Duermen de cualquier manera, son unos calzonazos, unos zopencos, sin susceptibilidad, americanos o no. Siempre tienen la conciencia tranquila. Yo había visto demasiadas cosas poco claras como para estar contento. Sabía demasiado y no suficiente. Hay que salir, me dije, volver a salir. Tal vez lo encuentres, a Robinson. Era una idea idiota, evidentemente, pero recurría a ella para tener un pretexto a fin de salir otra vez, tanto más cuanto que en vano daba vueltas y más vueltas sobre aquella piltra tan pequeña, no lograba pegar ojo ni un instante. Ni siquiera masturbándote, en casos así, experimentas consuelo ni distracción. Conque te entra una desesperación que para qué. Lo peor es que te preguntas de dónde vas a sacar bastantes fuerzas la mañana siguiente para seguir haciendo lo que has hecho la víspera y desde hace ya tanto tiempo, de dónde vas a sacar fuerzas para ese trajinar absurdo, para esos mil proyectos que nunca salen bien, esos intentos por salir de la necesidad agobiante, intentos siempre abortados, y todo ello para acabar convenciéndote una vez más de que el destino es invencible, de que hay que volver a caer al pie de la muralla, todas las noches, con la angustia del día siguiente, cada vez más precario, más sórdido. Es la edad también que se acerca tal vez, traidora, y nos amenaza con lo peor. Ya no nos queda demasiada música dentro para hacer bailar a la vida; ahí está. Toda la juventud ha ido a morir al fin del mundo en el silencio de la verdad. ¿Y adónde ir, fuera, decidme, cuando no llevas contigo la suma suficiente de delirio? La verdad es una agonía ya interminable. La verdad de este mundo es la muerte. Hay que escoger: morir o mentir. Yo nunca me he podido matar.<br /><br />En <em>Viaje al fin de la noche</em> de Louis-Ferdinand Céline. </div>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/10022074112351185996noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-23081634.post-53339370240486344132009-08-28T11:18:00.001-03:002009-08-28T11:20:05.398-03:00Elogio de la lejanía<div align="justify">En la fuente de tus ojos</div><div align="justify">viven las redes de los pescadores de la mar del extravío.</div><div align="justify">En la fuente de tus ojos</div><div align="justify">el mar cumple su promesa.</div><div align="justify">Aquí arrojo yo,</div><div align="justify">un corazón que se detuvo entre los hombres,</div><div align="justify">mi ropa y el esplendor de un juramento:<br /><br />Más negro en lo negro, más desnudo voy.</div><div align="justify">Sólo infidente soy fiel.</div><div align="justify">Yo soy tú si yo soy yo.<br /><br />En la fuente de tus ojos</div><div align="justify">desvarar suelo y sueño un rapto.<br /><br />Una red prendió una red:</div><div align="justify">nos separamos enlazados.<br /><br />En la fuente de tus ojos</div><div align="justify">un ahorcado estrangula la soga.<br /><br /><em>Elogio de la lejanía</em> de Paul Celan.</div>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/10022074112351185996noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-23081634.post-6845469008866408872009-08-21T15:09:00.006-03:002012-10-11T17:51:11.592-03:00¿Qué puede un cuerpo?<div align="justify">
“El alma no puede determinar al cuerpo al movimiento ni al reposo, ni a nada más (si lo hay). Ahora bien, aunque las cosas se comporten de manera que no quede ningún motivo de duda, creo, sin embargo, que difícilmente se puede inducir a los hombres a examinar esto con ánimo sereno, si no lo hubieran comprobado por la experiencia; tan firmemente están persuadidos de que el cuerpo ora se mueve, ora reposa a una sola señal del alma, y obra muchas cosas que dependen de la sola voluntad del alma y de su arte de excogitar. En efecto, nadie ha determinado hasta aquí lo que puede un cuerpo, esto es, la experiencia no ha enseñado a nadie hasta aquí lo que el cuerpo, por las solas leyes de la naturaleza en cuanto se lo considera sólo como corpórea, puede obrar, y lo que no puede, sin ser determinado por el alma. Pues nadie ha conocido hasta aquí tan exactamente la fábrica del cuerpo (que en artificio excede muchísimo a todo lo fabricado por el arte humano) como para poder explicar todas sus funciones, por no hablar ahora de que en los brutos se observan muchas cosas que exceden largamente a la sagacidad humana, y de que los sonámbulos obran en sueños muchísimas cosas que no se atreverían a obrar estando despiertos; lo que muestra suficientemente que el cuerpo mismo puede, por las solas leyes de su naturaleza, hacer muchas cosas de las cuales se admira su propia alma.”<br />
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En <em>Ética demostrada según el orden geométrico</em> (1677) de Baruch Spinoza.<br />
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<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/ukYnpLB43zc?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
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En el video Usain Bolt marca un nuevo record de 9s58 en los 100 metros esta semana en el mundial de Berlín. Hizo lo mismo en los 200 con un tiempo de 19s19. <a href="http://persecuciones.blogspot.com/2006/05/se-le-escap-la-tortuga.html"><span style="color: #ffcc66;">En un post en 2006</span> </a>me preguntaba cuánto más rápido puede correr un hombre, si tiene límites el desarrollo y el rendimiento del cuerpo humano. Bolt es evidencia de que el horizonte se corre cada vez (asegura que puede correr en 9s40), de que lo verdaderamente sorprendente es el cuerpo.</div>
Santiagohttp://www.blogger.com/profile/10022074112351185996noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-23081634.post-4612593667902629522009-07-29T12:33:00.003-03:002009-07-29T12:40:47.122-03:00¿Yo?<div align="justify">Yo no tengo una personalidad: yo soy un cocktail, un conglomerado, una manifestación de personalidades. En mí, la personalidad es una especie de forunculosis anímica en estado crónico de erupción; no pasa media hora sin que me nazca una nueva personalidad. Desde que estoy conmigo mismo, es tal la aglomeración de las que me rodean, que mi casa parece el consultorio de una quiromántica de moda. Hay personalidades en todas partes: en el vestíbulo, en el corredor, en la cocina, en el W.C... ¡Imposible lograr un momento de tregua, de descanso! ¡Imposible saber cuál es la verdadera! Aunque me veo forzado a convivir en la promiscuidad más absoluta con todas ellas, no me convenzo de que me pertenezcan. ¿Qué clase de contacto pueden tener conmigo – me pregunto- todas estas personalidades inconfesables, que harían ruborizar a un carnicero? ¿Habré de permitir que se me identifique por ejemplo con este pederasta marchito que no tuvo ni el coraje de realizarse, o con este cretinoide cuya sonrisa es capaz de de congelar una locomotora? El hecho de que se hospeden en mi cuerpo es suficiente, sin embargo, para enfermarme de indignación. Ya que no puedo ignorar su existencia, quisiera obligarlas a que se oculten en los repliegues más profundos de mi cerebro. Pero son de una petulancia... de un egoísmo... de una falta de tacto... Hasta las personalidades más insignificantes se dan unos aires de transatlántico. Todas, sin ninguna clase de excepción, se consideran con derecho a manifestar un desprecio olímpico por las otras, y naturalmente, hay peleas, conflictos de toda especie, discusiones que no terminan nunca. En vez de contemporizar, ya que tienen que vivir juntas, ¡pues no señor!, cada una pretende imponer su voluntad, sin tomar en cuenta las opiniones y los gustos de las demás. Si alguna tiene una ocurrencia, que me hace reír a carcajadas, en el acto sale cualquier otra, proponiéndome un paseíto al cementerio. Ni bien aquella desea que me acueste con todas las mujeres de la ciudad, ésta se empeña en demostrarme las ventajas de la abstinencia, y mientras una abusa de la noche y no me deja dormir hasta la madrugada, la otra me despierta con el amanecer y exige que me levante junto con las gallinas. Mi vida resulta así una preñez de posibilidades que no se realizan nunca, una explosión de fuerzas encontradas que se entrechocan y se destruyen mutuamente. El hecho de tomar la menor determinación me cuesta un tal cúmulo de dificultades, antes de cometer el acto más insignificante necesito poner tantas personalidades de acuerdo, que prefiero renunciar a cualquier cosa y esperar que se extenúen discutiendo lo que han de hacer con mi persona, para tener, al menos, la satisfacción de mandarlas a todas juntas a la mierda.<br /><br />En <em>Espantapájaros</em> de Oliverio Girondo.</div>Santiagohttp://www.blogger.com/profile/10022074112351185996noreply@blogger.com9